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julio 6, 2018

12 consejos de verano para el departamento de Recursos Humanos

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El verano es una época especial para muchas empresas y departamentos de Recursos Humanos. Por una parte, la disminución de los compromisos nos permite disponer de un tiempo que conviene aprovechar y, por otra, el ambiente de vacaciones y el calor pueden afectar a la productividad y al humor de los compañeros.

En este artículo hemos recopilado 12 sugerencias para el departamento de Recursos Humanos. Esperamos que os sean útiles para aprovechar al máximo el verano.

  1. Sed comprensivos: Lo primero es ser comprensivos. Es una época en la que es normal tener la cabeza en las nubes y notar el cansancio de tantos meses de trabajo seguidos. Intentad que los empleados noten que se aprecia su compromiso y los esfuerzos realizados desde principios del año e invitadles a mantenerse así y a dar el máximo de sí mismos hasta que lleguen las ansiadas vacaciones.
  2. Refrescad las ideas sobre la etiqueta: en verano, la tentación de descuidar el código de vestuario (para aquellos que lo tienen) es muy fuerte. Evitad que hacer una pequeña vista gorda a la regla degenere en un look excesivamente “playero” recordando a los empleados cuáles son las barreras que no se pueden traspasar. Un compañero que va a trabajar en chanclas no solo menoscaba la credibilidad de la empresa, sino que además se puede hacer daño.
  3. Afrontad la sobrecarga de solicitudes: Para la oficina de Recursos Humanos, planificar el calendario de las vacaciones de verano para poder combinar las exigencias personales y la productividad de los distintos equipos es algo complicado. Además, en esta época recibiréis muchas solicitudes de permisos y vacaciones con poca antelación, ya que son muchos los que esperan ofertas de última hora y un tiempo que los acompañe. Podéis recurrir a la ayuda de un software para la gestión de las vacaciones y los permisos, que os ayudará a registrar fácilmente incluso un “sospechoso” aumento de las bajas por enfermedad.
  4. Estableced el Short Friday: El viernes por la tarde de un magnífico día de verano es muy difícil concentrarse al 100 % en el trabajo sin tener la cabeza en el fin de semana en la playa, la montaña o la piscina que está a punto de empezar. Una razón de más para hacer felices a todos los empleados proponiendo un horario reducido que permita evitar el tráfico y disfrutar de medio día más de sol durante la semana.
  5. Promoved la formación: Si el verano coincide con una reducción de la carga de trabajo diaria, es el momento ideal para apostar por la formación y la actualización de las competencias en la empresa.
    Una manera eficaz de dar un empujón a vuestros colaboradores para que se entreguen al máximo en este ámbito es incluir en las evaluaciones algunos objetivos de verano que incluyan realizar cursos o conseguir determinados certificados.
  6. Organizad eventos de empresa: Organizad comidas en el parque y eventos de team building de empresa —del picnic en familia al rafting con los compañeros— para disfrutar todos juntos del verano y premiar a los empleados por el buen trabajo realizado durante el año. ¡Pensad en todos los detalles! Si no se organiza bien y se deja al azar, incluso la mejor iniciativa puede transformarse en un desastre.
  7. Proyectad las actividades de fidelización de capital humano: Paraos un momento y reflexionad en cómo podéis mejorar la percepción que los candidatos potenciales tienen de vuestra empresa. ¿Se pueden mejorar los contenidos y el diseño del portal de empleo? ¿Las descripciones de los puestos están escritas correctamente? ¿Habéis configurado las respuestas automáticas para todas las personas que envíen una candidatura a un puesto de trabajo o que hayan superado una determinada fase del proceso de selección?
  8. Animad al personal a que disfrute de las vacaciones acumuladas: Muchos empleados no entienden la importancia de desconectar un poco, aunque solo sea para calentar el sofá en casa durante una semana. Animadlos a que disfruten de sus merecidas vacaciones, ya que está demostrado que volverán al trabajo llenos de energía y aún más eficientes.
  9. Cread una política sobre el aire acondicionado. Si en las oficinas hay aire acondicionado, es probable que ya se haya declarado una “guerra” entre los que están a favor y los que están en contra, entre los frioleros y los que siempre tienen calor. Normalmente, las consecuencias más visibles de este rifirrafe suelen ser enormes cambios de temperatura entre una sala y otra —o una zona y otra— del edificio, con gente de malhumor y varias personas resfriadas.
    A males extremos, remedios extremos: cread y publicad una política clara sobre el uso del aire acondicionado —temperatura, velocidad, horas de funcionamiento, etc. de cada aparato— que valga para todo el edificio y que medie lo máximo posible entre las distintas exigencias (en Altamira mantenemos una temperatura constante de 26 grados en todas las salas).
  10. Revisad datos y documentos: El verano es un buen momento para que el departamento de Recursos Humanos analice en profundidad los datos y la información registrada en los primeros meses del año por los programas de Recursos Humanos. Organizadlo en gráficos e informes para identificar tendencias, anomalías, problemas y oportunidades. Comprobad también que la documentación de todos los empleados esté en regla y que se cumplan todos los plazos, configurando alertas y notificaciones automáticas.
  11. Dejad contentos a los padres: el verano es una época complicada para aquellos que tienen que ocuparse de los hijos, ya que el cierre de los colegios obliga a los padres a encontrar soluciones alternativas y, a menudo, bastante caras. El departamento de Recursos Humanos debería aprovechar la ocasión para organizar experimentos de smart working. Las investigaciones en la materia suelen ser positivas (se habla, en general, de un buen aumento de la productividad y del compromiso de los empleados), pero siempre es mejor hacer alguna prueba en cada empresa.
  12. Contratad a un becario: Para el departamento de Recursos Humanos, los meses de verano son también los mejores para incluir en el personal a una figura joven e inexperta. Para el recién llegado, el «schock» del aterrizaje en el mundo laboral es menos traumatizante en un período en el que la presión y el estrés son menores y los compañeros tienen más tiempo para estar con él y ayudarle. Además, un joven que decide renunciar a las vacaciones de verano para tener su primera experiencia laboral promete mucho.



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